Sobre todo se usa el tratamiento de flameado para aumentar la adherencia de la tinta en superficies plásticas. Lo que hacen los flameadores industriales para el pre-tratamiento en serigrafías y tampografías es aplicar una llama sobre la superficie de las piezas u objetos de unos 1800 grados centígrados. Durante la combustión de llama corta se generan radicales de oxígeno que rompen las moléculas de plástico de cadena larga de la superficie aumentando su polaridad resultando en un aumento de su energía superficial. Esto conduce a un aumento de la adherencia de las tintas en dicha superficie.